En la búsqueda de empleo hay que aprovechar todas las oportunidades. En este caso real, el trabajo llegó a través de un grupo de Whatsapp.
El grupo de Whatsapp de las “mamás y papás del cole”
Sofía tiene 39 años, una niña de ocho y toda la ilusión del mundo, porque por fin ha encontrado trabajo. La crisis se llevó por delante su empleo como administrativa en una pequeña empresa del sector de la construcción y después de dos años en paro, tuvo que vender su casa y buscar otra con menos gastos. El cambio de domicilio a otra localidad supuso también encontrar un nuevo colegio para su hija.
No es tímida, pero a Sofía no le resulta fácil dar el primer paso a la hora de conocer a otras personas.
El primer día en el nuevo colegio de su hija se sintió extraña entre padres y madres que parecían llevar allí toda la vida. “Los niños se adaptan rápido, nos cuesta más a los mayores”, le comentó la tutora de su hija el primer día de clase y le hizo una propuesta:
“Los padres de la clase de tu hija han hecho un grupo de Whatsapp, donde están al tanto de los deberes de los niños, las actividades que hacemos y una vez al mes quedan todos y toman café. ¿Quieres que te incluya?”
Aceptar esa invitación fue una buena decisión. Por las mañanas todo son prisas a la hora de dejar a los niños. Unos van en ruta, a otros los acerca un vecino, pero sin embargo en el grupo de Whatsapp había inscritos casi 30 padres y madres y con un clic todos supieron de la llegada de una nueva niña al colegio. Muchos de ellos le ofrecieron ayuda y consejos a Sofía y el primer día que se reunieron en persona no fueron necesarias las presentaciones: todos la conocían, después de un mes intercambiando mensajes, archivos y emoticonos a través del teléfono móvil.
La importancia de la red de contactos para buscar empleo
El 80 % de las oportunidades de empleo no se hacen públicas, sino que forman parte de lo que se conoce como el mercado oculto de las ofertas de trabajo. Siempre ha sido así.
Las empresas prefieren contratar a personas conocidas o bien recomendadas por otras en las que tienen confianza. Sofía lo recordó y cuando en la reunión una madre le preguntó sobre su trabajo, no tuvo inconveniente en comentarlo: “durante quince años he llevado la administración y facturación en una pequeña empresa y ahora estoy buscando trabajo”.
Ya está. Compartirlo con el grupo fue una liberación y más reconfortante de lo que habría imaginado, porque otras dos madres y un padre le comentaron que también se encontraban desempleados. La crisis y la dificultad de encontrar trabajo a determinada edad fueron tema de conversación y una persona hizo una propuesta: “Ahora que con Whatsapp se pueden compartir archivos ¿por qué no enviáis vuestro curriculum a todo el grupo? quién sabe …”
Aprovecha las oportunidades. Da igual por dónde lleguen
Sofía es metódica y organizada, como buena administrativa. Llevaba en el móvil una copia de su curriculum y lo compartió en ese momento con todo el grupo. Ella jamás habría dado ese paso por si misma, pero en la reunión y con los padres y madres allí presentes fue mucho más sencillo.
Uno de los padres, Francisco, leyó con curiosidad el curriculum. Estaba bien redactado. Sofía tenía una importante experiencia profesional, había desempeñado diversas funciones en la empresa con buenas referencias y en el propio curriculum se incluía un enlace al perfil de Sofía en Linkedin.
Desde el propio teléfono móvil, Francisco lo leyó y decidió reenviar el curriculum a su hermano Sergio, un autónomo dedicado a las reformas que desde hace meses se planteaba contratar a una persona que le ayudase con todo el papeleo, los clientes y los presupuestos.
Así es cómo Sofía conoció a su actual jefe y comenzó a trabajar para él. Todo había rodado a favor desde un primer momento, como una serie de casualidades conectadas entre sí. Fran conocía a Sofía del grupo de padres y madres del colegio y ella siempre le había parecido una persona con iniciativa, responsable y colaboradora. Su curriculum era bueno y no tuvo inconveniente en recomendarla a su hermano. Sergio, que había recibido varios curriculums de candidatos, leyó con especial atención el que venía recomendado por su hermano y le dio a Sofía la oportunidad de hacer una buena entrevista de trabajo. Y Sofía aprovechó la oportunidad.
Whatsapp no fue realmente el responsable de que hoy Sofía hoy esté trabajando, pero sin ese primer contacto, no habría encontrado este empleo.
Sofía tenía un buen curriculum preparado, un correcto perfil en redes sociales y los compartió en un entorno adecuado. Supo cómo afrontar con confianza su entrevista de trabajo. El resto se debe a sus conocimientos y su buena experiencia profesional. Sin embargo, hay muchas personas que reuniendo todos estos requisitos no aprovechan todas las oportunidades.
Todos los estudios confirman que los contactos personales son el principal canal para encontrar empleo. Y esa red de contactos, que en muchos casos ya está ahí, puede ponerse en marcha desde un simple grupo de Facebook o Whatsapp.
Asesor jurídico. Graduado en Derecho. Especialidad Derecho laboral y de la Seguridad Social. Miembro de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA). Gestor Administrativo colegiado (ICOGAM)
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