Cada vez son más los sectores en los que se utilizan de forma novedosa técnicas de juegos o gamificación. Son habituales en el mundo de la educación y la formación en empresas, pero ahora también en marketing y en los procesos de selección de personal.
¿Qué es la gamificación?
Gamificación, también llamada “ludificación” hace referencia al uso de técnicas y dinámicas que son propias de los juegos, pero que también se utilizan en otras áreas distintas.
El boom de Internet y de las compañías digitales son dos de los motivos que popularizaron este término. El principal objetivo de estas técnicas es motivar a personas jugando, para que realicen una acción concreta. En el caso de un ecommerce (tienda online), el objetivo será que los usuarios compren más; mientras que en el caso de un profesor, el objetivo de utilizar técnicas de gamificación será que sus alumnos muestren interés por las materias que está enseñando.
La frase de Benjamin Frankin tan utilizada en educación,
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo“,
es perfectamente aplicable a la gamificación. Al fin y al cabo se trata de involucrar mediante técnicas de los juegos a los usuarios, ya sean trabajadores, clientes, alumnos o usuarios de una web, en las actividades que deseamos que realicen.
Jugar nos coloca en un estado mental distinto, una realidad paralela en la que puede resultar más fácil aprender, ser más productivo o mostrar mejor nuestras habilidades.
A todos nos gusta jugar. Trabajar, aprender, consumir, puede ser divertido.
Una buena herramienta de marketing
El presupuesto de un emprendedor para campañas convencionales de marketing suele ser muy reducido, al menos al inicio de su actividad. Es en este momento cuando las técnicas de juegos pueden resultar muy útiles para captar clientes a un coste relativamente bajo. Son muchos los casos de empresas que se han dado a conocer con éxito a través de los medios digitales con técnicas de gamificación, que también han utilizado para conservar y fidelizar a sus mejores clientes.
La gamificación en los procesos de selección de personal
En el ebook “La empleabilidad en la era digital”, Amber Wigmore Alvarez, directora ejecutiva de Talento y Carreras en IE Business School, comentaba cómo
“los procesos de reclutamiento han cambiado y, en gran medida, la tecnología se ha erigido como la principal catalizadora que ha posibilitado su transformación. Los CVs en papel, los nervios antes de entrevistas presenciales en interminables proceso de selección, incluso la perniciosa tendencia a mentir para engrandecer nuestros logros profesionales parecen que, poco a poco, empiezan a formar parte del pasado de los recursos humanos. El futuro y, cada vez más el presente, evoluciona al ritmo de palabras de reciente creación como la gamificación.”
Cada vez es más frecuente que en los procesos de selección de personal que se desarrollan en varias etapas, haya partes en las que se utilizan técnicas de gamificación, como en entrevistas grupales o pruebas de role-playing.
Técnicas y ejemplos concretos de gamificación
Dentro de la gamificación podemos encontrar múltiples formas de aplicarla. Nosotros mismos podemos crear diferentes técnicas, en función del objetivo que queramos conseguir con ella.
Aquí os mostramos algunas de las técnicas de gamificación más utilizadas:
– Puntos: se dan puntos a los usuarios por realizar las acciones que se desean y posteriormente, esos puntos podrán ser canjeados por algo de valor para ellos. Este es el sistema que utilizan varias compañías aéreas, dando puntos cada vez que volamos con ellos, y descuentos cuando hemos logrado una cantidad determinada de puntos.
– Regalos o recompensas: en lugar de recibir puntos para obtener una recompensa futura, se ofrece una recompensa o un regalo que se conseguirá en el momento en que se realice la acción deseada o se consiga un objetivo concreto.
– Ranking o clasificación: los usuarios, alumnos, trabajadores…, aumentarán de nivel en función de si realizan ciertas acciones, con el beneficio que ello conlleve, que dependerá de dónde se esté aplicando la gamificación. Esto puede ser, por ejemplo, el ranking según el número de ventas de un equipo de comerciales, que cobrarán más o menos en función de su posición.
– Progresión: la propia percepción de ver una barra de progreso mientras rellenamos nuestro perfil en una red social, por ejemplo, es una técnica de gamificación. Su objetivo en este caso es que los usuarios rellenen lo mejor posible sus perfiles. Uno de los ejemplos más claros de esta técnica es el de LinkedIn, donde el nivel de nuestro perfil cambia en función de diversos factores:
– Misiones o retos: se plantea un desafío que se debe resolver para conseguir algún beneficio. Un buen ejemplo son las “escape rooms”, que cada vez están más de moda. Se trata de introducir a un grupo de personas en una habitación con el objetivo de escapar de ella en un tiempo determinado. Para escapar, tendrán que resolver ciertos enigmas que irán encontrando en la propia habitación. Los enigmas puede ser, por ejemplo, tareas de una empresa que debe realizar el equipo.
– Sorteos: poco que decir ya sobre esta técnica. Simplemente se ofrece un bien, físico o no, que se sorteará entre quienes hayan realizado la acción que queremos conseguir.
– Competición: se basa en conseguir que los usuarios tengan la motivación de querer ser mejores que el resto. Aunque suene extraño, es una de los principales técnicas de gamificación utilizadas en los juegos virtuales colectivos. Juegos como Apalabrados o Triviados basan su popularidad en esta técnica; pues los jugadores quieren ser mejores que sus contactos, y cuando son mejores que ellos, quieren ser los mejores del juego.
Técnicas adicionales a tener en cuenta a la hora de gamificar una actividad
Dentro de las técnicas mencionadas, podemos considerar otras técnicas adicionales que también se utilizan ya habitualmente:
– Aversión a la pérdida: el ser humano, por lo general, prefiere evitar una pérdida que obtener una ganancia. Por ejemplo, si unimos esta técnica con la de puntos explicada antes, obtenemos que los usuarios deberían empezar con ciertos puntos que irán perdiendo si no realizan ciertas acciones.
– Tiempo límite: las decisiones las tomamos, en su mayoría, de forma emocional. Si añadimos un temporizador a una acción que queramos que se realice, es más probable que ocurra, porque no damos tiempo al usuario a pensar argumentos que le indiquen que no debe hacerla.
– Comparación: el hecho de hacer que los usuarios puedan compararse con otros que están en su mismo camino, influirá en su motivación para seguir mejorando. Va unida a la técnica de competición utilizada en los juegos colaborativos.
Herramientas
ClassDojo
Es una herramienta ideal para gamificación en el sector educativo. Se trata de un software, que puedes utilizar online o desde su propia aplicación móvil, mediante el cual otorgas o quitas puntos a los alumnos dependiendo de los factores que creas convenientes. Siguiendo las técnicas vistas en este artículo, podríamos hacer que cada alumno comenzase con 100 puntos, e ir dando o quitando puntos en función de si hace los deberes, participa en clase, etc.
Sopcial
Esta herramienta está pensada para negocios tanto digitales como físicos. Con ella podremos crear campañas de gamificación a través de recompensas que se consiguen realizando acciones como ser fan de la página de facebook, seguidor en Twitter o recomendar a amigos. Ver herramienta.
Fuentes y artículos relacionados
Expertos en prestaciones y Derecho laboral