La mayor parte de las ofertas de empleo exigen tener experiencia laboral, pero ¿cómo obtenerla?. Te damos algunas alternativas.
¿Es tan importante poder acreditar que se tiene experiencia a la hora de conseguir un puesto de trabajo?
Si, es importante. En un reciente artículo destacábamos que el 74% de los reclutadores de personal valoraban más la experiencia profesional que la formación. Para las empresas ya no es suficiente (ni en muchos casos imprescindible) que el trabajador tenga un título académico. Lo que desean es contratar a un profesional que aporte valor y soluciones a sus problemas. Quieren personas que sepan hacer cosas y hacerlas bien. Por eso, en muchas ofertas de empleo se exige como condición indispensable el “tener experiencia laboral en un puesto similar”.
No sólo los jóvenes se enfrentan a la barrera de la experiencia. También afecta a personas de cualquier edad que acceden al mercado laboral por primera vez o después de periodos de inactividad.
¿Qué formas hay de suplir la falta de experiencia?. Vemos algunas propuestas.
Modos de adquirir “experiencia profesional” si nunca antes has estado contratado
No haber tenido aún un contrato laboral, o haberlo tenido, pero en otros sectores, no significa que no puedas tener experiencia profesional. Hay distintas vías de conseguir experiencia profesional:
1) Realizar prácticas en empresas
Hay distintos tipos de prácticas no laborales (aquellas en las que no existe un contrato de trabajo). Normalmente se accede a ellas a través de los planes de estudio. Unas complementan la formación y otras son parte misma del propio plan.
Los estudiantes de módulos de Formación Profesional, FP Dual, o módulos de Cursos de formación para el empleo, aunque no hayan tenido un contrato de trabajo, pueden demostrar que han realizado prácticas reales en empresas y eso puede aportarse en el curriculum como experiencia profesional. Naturalmente, hay que acreditarlo documentalmente y por ello es muy importante que cuando se haga cualquier tipo de práctica en una empresa, se pida un certificado que acredite: el tipo de práctica, el trabajo realizado, su duración y la valoración que se ha obtenido. Una buena referencia por parte de la empresa en la que se han hecho las prácticas puede ser muy útil.
Ejemplo: Carlos opta a un empleo en una empresa de mecánica rápida. Será su primer empleo, pero durante los módulos de FP realizó prácticas con buenos resultados académico durante seis meses en un taller de automoción, por lo que puede acreditar que tiene esa experiencia previa.
2) Trabajos de voluntariado o en Organizaciones no Gubernamentales
En el voluntariado en en ONG, asociaciones y fundaciones, no suelen existir contratos laborales, pero sin embargo, se adquieren conocimientos, experiencias y referencias que se pueden aportar en el curriculum, ya que la actividad se desarrolla en un entorno real, dando soluciones y aportando valor en situaciones muy similares a las que se podrá encontrar en una empresa.
Ejemplo: María está buscando un empleo como administrativa. Nunca antes la ha contratado una empresa, pero ha estado llevando durante un año las cuentas, correspondencia, registro de socios y trámites administrativos de una asociación cultural de vecinos. Tiene capacidad de organización y puede acreditarlo y eso se valorará como experiencia profesional.
3) Los proyectos propios de autoempleo o emprendimiento
El trabajo por cuenta propia, como autónomo, freelance, o incluso actividades puntuales, también es una fuente de experiencia, conocimiento del sector y del mercado.
Ejemplo: Rodrigo está interesado en una oferta de trabajo como comercial para una empresa que fabrica drones en España. En la oferta dejan muy claro que se requiere experiencia en ventas. Rodrigo nunca ha trabajado antes como comercial en ningún sector, pero desde hace un año tiene un blog especializado en drones, donde realiza comparativas entre modelos, explica trucos e incluso los compra, repara y vende de segundamano. Esta experiencia, aunque no sea laboral, puede ser muy interesante para la empresa que contrate sus servicios.
4) Certámenes especializados, concursos, proyectos
Ganar un concurso o un certamen es una referencia que puede ser tan valorada como la experiencia laboral, ya que demuestra la capacidad de iniciativa, esfuerzo, interés y competitividad del candidato. Además, tampoco es imprescindible haber sido el número uno. Puede ser suficiente con acreditar un buen resultado obtenido, una mención en un medio de comunicación especializado, una referencia positiva del jurado o mostrar el proyecto en el que has colaborado.
Ejemplo: hay empresas de seguridad informática que contratan a estudiantes avanzados de programación que son capaces de superar un reto que proponen a través de un concurso público.
5) Tus contactos pueden acreditar tu experiencia
Cuando una empresa pide “experiencia laboral” al candidato, lo que quiere es asegurar de algún modo que esta persona ya tiene unos conocimientos y habilidades previas. Que sabrá hacer las cosas y que no habrá que comenzar el proceso de formación desde cero.
A veces sucede que no se tiene una experiencia laboral previa, pero si aptitudes, conocimientos y una experiencia de hecho que pueden acreditar otras personas. En estos casos, conseguir una carta de recomendación de un profesional o una recomendación en redes sociales como Linkedin puede resultar muy valioso.
La mayor parte de los trabajos se consiguen a través de la red de contactos y cuando una referencia positiva viene de algún conocido o una persona de confianza y credibilidad, tiene más valor que la propia experiencia que aporte del candidato.
Ejemplo: Marcos busca empleo como instalador de aire acondicionado y calefacción. Nunca ha trabajado antes, pero hizo un curso de formación para el empleo con certificado de profesionalidad y uno de sus profesores quedó muy impresionado con su capacidad de trabajo y aprendizaje, de modo que le dio la referencia de un conocido suyo que tiene una empresa de instalación y que buscaba contratar a un técnico.
En todos los casos que hemos visto, dedicar tiempo suficiente a preparar nuestra candidatura es fundamental. En este artículo ofrecemos algunas pautas sobre cómo preparar un curriculum vitae sin experiencia, pero eficaz.
Finalmente, recuerda esto:
Si hay algo que las empresas valoran tanto como la experiencia profesional, es la actitud ante el trabajo.
Puede que tengas obstáculos para conseguir la experiencia, pero la actitud depende solo de ti.
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