La renta básica universal de 2.250 euros para todos los ciudadanos ha sido rechazada por el 77% de los votantes.
Partidarios y detractores de la Renta básica universal estaban pendientes de los resultados del referendum suizo. Finalmente, la propuesta de que el Estado Suizo garantice unos ingresos mínimos de 2.250 euros a sus ciudadanos ha sido rechazada por el 77% de los votantes.
El actual gobierno suizo se mostró desde un principio contrario a esta medida, alegando que debilitaría la economía por el mayor gasto que supondría para los presupuestos públicos y que “debilitaría la cohesión social”, al quedar muchos ciudadanos sin estímulos para trabajar.
El importe que cubriría la renta garantizada, 2.250 euros, está en relación con el elevado nivel medio de vida en Suiza, donde los ingresos medios superan los 5.280 euros. Los partidarios de esta renta explicaron durante una larga campaña previa sus argumentos a favor: con ella se retribuirían muchos trabajos que hoy en día no reciben contraprestación económica alguna, como por ejemplo el trabajo en el hogar o el cuidado de personas dependientes o familiares y se daría cobertura a todos aquellos que se están viendo privados de su empleo, en una sociedad en la que cada vez más el trabajo es un bien escaso. Sobre su viabilidad económica, la justificaban con distintos estudios y además, proponían sustituir todo el sistema actual de ayudas y subvenciones por esta nueva renta general.
El grupo de promovió esta iniciativa ya conocía por las encuestas previas las pocas posibilidades de sacar adelante su propuesta, pero se han mostrado satisfechos de contar con el apoyo de más del 22% de los votantes, y sobre todo, de que se haya abierto un debate social sobre la Renta básica universal, que ha sido seguido con atención en todo el mundo. Como parte de su campaña de divulgación crearon una gran pancarta, que ha sido record mundial, con la frase “what would you do if your income were taken care off?” “¿Que harías si tuvieras un ingreso mínimo garantizado?”
En Suiza, estos referendum de democracia directa son muy habituales, y en el del pasado domingo, además de la votación sobre la renta básica universal, los ciudadanos expresaban su opinión sobre otros temas. Dos propuestas fueron rechazadas; que las empresas públicas no tengan obligación de ser rentables y la iniciativa por un mercado financiero más justo y dos propuestas aceptadas; liberalizar la medicina reproductiva y acelerar el sistema de concesión de asilo.
En España, el establecimiento de una renta básica de ingresos mínimos forma parte de algunos programas electorales y hay en curso una iniciativa legislativa popular por parte de los sindicatos para llevar este tema a debate parlamentario.