Trabajadores con contratos marginales, de apenas unas horas al mes, pueden ver denegado el acceso a la Renta Activa de Inserción (RAI) por estar dados de alta con un contrato a tiempo parcial.
En este artículo vamos a analizar la situación de quienes han trabajado con un contrato a tiempo parcial y van a solicitar después la RAI. Si su caso es el contrario (está cobrando la RAI y quiere comenzar a trabajar a tiempo parcial), consulte esta guía sobre trabajar a tiempo parcial cuando ya se está cobrando la RAI.
¿Qué es la RAI y quién puede solicitarla?
La Renta Activa de Inserción (RAI) es una ayuda económica de 480 euros al mes (en 2024) que está destinada a colectivos que tienen especiales dificultades a la hora de integrarse en el mercado laboral, como los desempleados de larga duración mayores de 45 años, las víctimas de violencia de género, los emigrantes retornados y las personas con discapacidad que llevan más de un año en paro.
Además, se exige estar en situación de necesidad económica, de modo que ni el solicitante, ni su unidad familiar pueden tener unos ingresos medios superiores a 850 € al mes (850,50 € es el 75% del SMI vigente). También es necesario que antes de solicitar la ayuda, el trabajador en paro demuestre que ha estado buscando empleo de forma activa, sin conseguirlo y que no tenga derecho a ninguna otra ayuda o prestación por desempleo.
La RAI, además de la ayuda económica que se concede durante un año y hasta un máximo de tres, según los casos, incorpora medidas para intentar la reinserción laboral del trabajador. Los Servicios de Empleo elaboran para cada beneficiario de la RAI un Itinerario Personalizado de Inserción (IPI),que incluye formación y orientación laboral.
Vemos por lo tanto, que la RAI es una ayuda extraordinaria que tiene el doble objetivo de lograr la reinserción laboral del trabajador en paro y su protección económica frente al desempleo.
La incoherencia de algunos requisitos de la Renta Activa de Inserción
El planteamiento teórico que hemos visto parece ser bastante lógico; ayudar económicamente y con recursos de formación y orientación a desempleados que se encuentran fuera del mercado laboral y que tienen especiales dificultades para volver a él.
En la práctica, algunos requisitos de esta ayuda parecen ir en contra de los objetivos que se persiguen.
Hace tiempo ya analizamos cómo la reforma del año 2012 introdujo un requisito para que los desempleados discapacitados y los mayores de 45 años desempleados de larga duración, en algún momento de su vida laboral, deberían haber agotado una prestación o subsidio por desempleo. Esto se tradujo en que quedaron fuera de la RAI miles de personas discapacitadas, sin ingresos y en paro de larga duración, como si la inserción laboral no fuera con ellos.
Otro aspecto de la RAI que se debería reconsiderar es el régimen radicalmente severo de sus obligaciones. Las sanciones son desproporcionadas y demoledoras para quienes están al borde de la exclusión social. Una persona que esté cobrando la RAI y se retrase un par de días en sellar su demanda de empleo perderá la ayuda de todo un año, algo que no sucede con quien comete ese mismo error mientras cobra una prestación contributiva o un subsidio por desempleo.
Hoy nos vamos a analizar otro de los requisitos que más complican la solicitud de esta ayuda.
Quien solicite la RAI ¿debe encontrarse en situación de desempleo absoluto?
Todos conocemos la precariedad del mercado laboral español: tenemos el mayor porcentaje de empleos temporales y a tiempo parcial de Europa y no es sencillo encontrar ofertas de empleo con contratos a jornada completa. La inmensa mayoría de los desempleados de larga duración quiere dejar de serlo y aceptaría empleos a tiempo parcial si con ello no pusiera en riesgo su posibilidad de recibir una ayuda.
María, un caso real.
María tiene 51 años y está en paro. Toda su vida trabajó en una empresa textil que quebró, dejando en la calle a más de un centenar de trabajadores. Ha agotado todas las prestaciones por desempleo a que tenía derecho: el paro, el subsidio e incluso el plan Prepara, y en este momento lleva 11 meses sin cobrar ningún tipo de ayuda, como le sucede a casi a la mitad de los desempleados.
María espera llegar al año de antigüedad en el paro para poder solicitar la RAI y con la ayuda de un año, ir tirando hasta que la situación mejore y encuentre algún empleo. Cuando le falta un mes para poder solicitar la RAI, un conocido le ofrece un trabajo para limpiar en un restaurante durante los fines de semana. Son únicamente seis horas a la semana, unos 100 euros al mes que desde luego no le darán para vivir, pero a María le parece una buena oportunidad. Si están contentos con su trabajo quizá le amplíen la jornada a toda la semana en otro de los restaurantes del dueño, así que se decide a acercarse a la oficina de empleo y hacer una consulta sobre en qué medida le afectaría este trabajo a tiempo parcial a la hora de pedir la RAI.
En la oficina de empleo, María se lleva una sorpresa: le informan de que si está en activo y tiene un contrato a tiempo parcial, aunque sea de 6 horas a la semana, le denegarán la RAI. Para pedir la RAI, además de cumplir todos los requisitos, el solicitante no puede estar trabajando, aunque sea un número de horas mínimo y con unos ingresos marginales.
¿Qué hará María? probablemente lo que cualquiera haríamos en su lugar: rechazar la oferta de trabajo, porque le impedirá recibir al mes siguiente la ayuda de la RAI de 480 euros al mes durante un año. Esta ayuda apenas permite malvivir, pero desde luego es más que los 100 euros al mes del contrato a tiempo parcial.
Curiosamente, para solicitar la RAI María deberá demostrar que ha estado buscando empleo de forma activa, un trámite que se puede cumplir con la simple inscripción en portales de empleo o envío de curriculums. ¿No es absurdo que para poder optar a una ayuda que trata de lograr la inserción laboral haya que rechazar un empleo?.
La RAI tiene muchos aspectos positivos. Por ejemplo, una vez que se ha concedido, permite al trabajador seguir cobrando la ayuda económica si encuentra un empleo a tiempo parcial que no supere el tope de ingresos. Las dificultades de la RAI están en los requisitos de acceso.
Algunos casos de denegación de la ayuda, como el que hemos puesto de ejemplo, ya fueron recurridos hace años ante los tribunales. En sentencia 1948/2009, de tres de marzo de 2010, el Tribunal Supremo ya declaró que una persona que recibía un salario mensual de 83 euros mensuales por un contrato a tiempo parcial, tenía derecho a solicitar la RAI, por entenderse que tal salario no se correspondía con una verdadera ocupación, sino con un trabajo marginal:
“el salario mensual de la actora (83,47 €), puesto en relación con el importe de la ayuda que solicitaba, la sitúa en una posición mucho más cercana de quien nada percibe que de aquéllos que tienen cubiertas la necesidad de integración profesional y social y, por ende, están fuera del marco de protección de esta modalidad de prestación. En suma, la condición de desempleado involuntario ha de predicarse también en estas situaciones en donde el único empleo al que tiene acceso la persona solicitante implica una ocupación que, ni interrumpiría su condición de demandante de empleo, ni le hace perceptor de rentas superiores a las señaladas en la norma reglamentaria por la que se regula la prestación, las cuales marcan la subsistencia”.
A día de hoy, sin embargo, varios lectores nos han confirmado que en las oficinas de empleo se comunica que el alta en cualquier tipo de contrato de trabajo a tiempo parcial es causa de denegación de la RAI. Quizá por ello el año pasado la Oficina del Defensor del Pueblo hizo una recomendación al Servicio Público de Empleo para flexibilizar este criterio de acceso a la RAI, sin que hasta el momento haya sido modificada la normativa.
Señalaba la Defensora del Pueblo:
“Como se indicó en el informe del año 2014, el SEPE no reconoce el acceso a la RAI a los trabajadores con contratos a tiempo parcial que pueden calificarse de marginales, por las horas trabajadas o por el salario que perciben, por lo que el asunto se elevó a la Secretaria de Estado de Empleo. En la información remitida la Secretaría de Estado estima que únicamente pueden incorporarse al Programa de Renta Activa de Inserción quienes se encuentren totalmente desempleados y no aquellos con algún tipo de contrato, aunque el salario no resulte suficiente para su subsistencia. Esta institución puso fin a las actuaciones, dejando no obstante constancia de su discrepancia de criterios con esta posición de la Administración”.
En esta situaciones, si una solicitud de la RAI es denegada por la existencia de un contrato irrelevante a tiempo parcial, nuestra recomendación es presentar alegaciones y reclamación previa ante el SEPE, requisito previo imprescindible para poder acudir a la vía judicial.
Normativa de la RAI: RD 1369/2006 regula la Renta Activa de Inserción.
Guía actualizada de la Renta Activa de Inserción
Toda la información sobre los requisitos para acceder a la RAI, el procedimiento de su aprobación, el importe económico de la ayuda, su duración y renovaciones, compatibilidades, derechos y obligaciones está disponible en este documento:
Guía 2024 de la Renta Activa de Inserción
Asesor jurídico. Graduado en Derecho. Especialidad Derecho laboral y de la Seguridad Social. Miembro de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA). Gestor Administrativo colegiado (ICOGAM)
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