El sistema educativo y el mercado laboral en España están desconectados

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En muchos sectores las empresas no encuentran trabajadores cualificados, mientras que la tasa de paro entre los jóvenes es del 35 %

Sindicatos y patronal coinciden en que existe un desajuste grave en el mercado de trabajo.

 

Miles de puestos de trabajo quedan sin cubrir por falta de profesionales cualificados

 
En las jornadas  Formación de calidad para un empleo de calidad”, organizadas por el Instituto de Empresa Familiar (IEF) con la participación de expertos,  empresarios y sindicatos, se han compartido algunas reflexiones interesantes.
 

En España, con una alarmante tasa de desempleo juvenil del 35 %, las empresas tienen serias dificultades para cubrir muchas de sus vacantes al no encontrar perfiles profesionales adecuados.

 
Este  desajuste proviene de que la formación que reciben los jóvenes, en muchos casos, no se ajusta a las necesidades de las empresas.   El modelo universitario español apenas se ha modificado en los últimos 50 años  y sigue lastrado por procesos burocráticos
 
Hay una polarización preocupante entre los jóvenes españoles: una parte importante está sobrecualificada, con estudios superiores que sin embargo no tienen demanda ni empleabilidad suficiente en el mercado laboral. Y por otro lado, un grupo muy amplio, carece de formación básica y actualizada como consecuencia del abandono en los estudios.  Todo esto se traduce en un mercado laboral precario para los jóvenes.
 

En este contexto, con una economía cada vez más competitiva y globalizada, las empresas piden a la Administración que impulse la creación de modelos flexibles que permitan a los centros formativos, universitarios y de formación profesional, adaptarse rápidamente a esos cambios que las empresas son capaces de detectar de manera inmediata.

 
Para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, adecuando oferta y demanda, se proponen una serie de medidas:
 

  • Generación de información pública de calidad sobre tendencias de mercado laboral, profesiones de futuro y especialidades de centros de formación profesional y universitaria que facilite la toma de decisión a los jóvenes.
  • Potenciar la figura del orientador profesional e integrarla como parte del proceso formativo. Si el orientador dispone de herramientas actualizadas podrá desempeñar mejor su labor.
  • Impulsar la formación profesional dual para orientar mejor al alumno en el aprovechamiento de sus talentos, con un trato más personalizado y en contacto directo con la actividad empresarial. Una formación moderna que visualiza la utilidad, mejora la motivación y reduce el abandono escolar.
  • Especialización de centros formativos.
  • Seguimiento y evaluación de la formación por centros con la generación de estadísticas de calidad.
  • Incentivar la movilidad en los jóvenes a aquellos centros de formación especializados que mejor se adapten a sus capacidades y expectativas profesionales.

 

 

Es imprescindible un gran pacto educativo

 
Desde el Instituto de Empresa Familiar, organizador de las jornadas, se ha propuesto a empresarios, agentes sociales, comunidad académica, partidos políticos y Administración la elaboración urgente de un plan estratégico de la educación, que permita adaptar la formación que reciben los jóvenes a la realidad, incorpore materias y habilidades que en estos momentos resultan imprescindibles pero que no figuran en los planes de estudios, garantice la igualdad de oportunidades y facilite la incorporación al mercado laboral con garantías de acceder a empleos de calidad.

 

Jornada “Formación de calidad para un empleo de calidad”

 
Antonio Garamendi (presidente de la CEOE),  Adela Carrió (Secretaria Confederal de UGT),  Paula Guisande (Secretaria de Política Social y Movimientos Sociales de CCOO) debaten sobre la desconexión entre el mercado laboral y el sistema educativo.

 


 
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